CRC: Cuáles son los principales cambios que has observado en el arte postal en los últimos años.
A mi entender los principios básicos del Arte Correo se respetan como modalidad, lo que ha cambiado es el público que participa extendiéndose a la presencia de participantes que no necesariamente pertenecen al campo del arte, ni mucho menos al arte correo. El modo de comunicación nos ha permitido incluirnos en proyectos colectivos que abarcan y llegan a otros horizontes abriendo fronteras, como las escuelas donde los chicos realizan sus trabajos y nos lo envían, asociaciones a instituciones diversas que incluyen y promueven en sus programas culturales la participación a proyectos de arte correo como forma de socialización e integración cultural. Lo que si he notado, con lo que estoy en desacuerdo, la exigencia de los participantes a pretender de parte de los convocantes el envío de un certificado de participación, la presencia en un catálogo virtual o impreso que los organizadores deben absolutamente costear y enviar o la realización de una exposición de los envíos en muestras en galerías, talleres o ámbitos alternativos.
CRC: Puede ser aceptado el correo electrónico como una modalidad dentro del Mail Art siempre que se respeten sus principios básicos de: no comercio; no censura; no selección; no jurado; no devolución.
Ciertamente nuestras últimas experiencias en la comunicación a distancia nos demuestran claramente que estamos casi obligados a incluir esta modalidad, ya sea por la situación actual pandemica, tanto por los costos del correo oficial y por las desavenencias que sufrimos con la pérdida, el retraso y el maltrato de nuestros envíos, sobre todo si son internacionales fuera del país de residencia. Aún y desgraciadamente no hemos logrado obtener un sistema casi autónomo dentro del franqueo internacional que trate el timbrado o sello postal exclusivamente como El Arte Correo y que nos permita a los correístas “servirnos” de un sistema más abordable. De hecho mis últimas convocatorias no solo admiten esta posibilidad de la Red que agiliza los envíos, sino que la utilizo exclusivamente como único medio de envío, para evitar en estos momentos dirigirse a las oficinas postales.
CRC: Si la anterior pregunta es afirmativa, ¿debería cambiar de denominación el arte postal y figurar con nombre distinto al actual?
No necesariamente creo sea necesario “bautizar” con otro nombre una modalidad de comunicación a distancia, que en esencia no ha perdido nada, sólo el sobre y la estampilla. Dejémosle su nombre original.
CRC: Hacia dónde crees que se encamina el arte postal en el futuro
Es un poco confuso a dónde iremos a parar. Porque teniendo medios de comunicación vía internet últimamente el arte correo es casi un artículo de moda, de gran consumo, una corrida a participar, a obtener un catálogo o certificado de participación, a aumentar curriculum vitae que nadie lee, a obtener una visibilidad en los medios, dando la posibilidad a una amplia y numerosa presencia a lo que no estamos acostumbrados.
CRC: Qué recomendaciones harías para que el arte postal no perdiera sus señas de identidad.
Sobre todo y los más importante es que los artistas, mail artistas, correístas o no, como queramos llamarnos, es decir, a todos los que participan, no pierdan y no perdamos nuestra propia o identidad en el modo de comunicarnos. Si nosotros abandonamos nuestra memoria y nuestra pertenencia, ninguna forma de arte puede subsistir a la mediatización y a la globalización de la información actual.
(Las entrevistas realizadas podran seguirse en facebook.com/cesar.reglerocampos y en el blog de Myriam M. Mercader – myriammercader.com)
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